Los modelos climáticos confirman que no habrá Niña este año, pero el incremento de las TSM a la fecha dejan entrever un capítulo de El Niño en el segundo semestre de este año.
El año pasado estuvo marcado por un intenso calor derivado de El Niño y, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este fenómeno podría tener un nuevo capítulo en el segundo semestre de 2017, a diferencia de uno de La Niña.
Los productores agropecuarios deben estar atentos porque "el escenario menos probable es el de la reaparición de un episodio de La Niña, siendo posible tanto que se den unas condiciones neutras del ENOS (El Niño/Oscilación del Sur) como un episodio de El Niño en la segunda mitad del año", indicó la OMM.
Por su parte, la red estadounidense Famine Early Warning Systems Network (FEWS-NET) también confirmó que las condiciones ENOS se encuentran neutras pero que hay una tendencia de aumento de las temperaturas superficiales del mar (TSM) del oriente del Pacífico ecuatorial. Aunque existe mucha incertidumbre en el pronóstico, existe un incremento en las condiciones El Niño a partir del tercer trimestre de 2017, similar a la probabilidad de condiciones neutras.
Durante el segundo semestre del año pasado, las temperaturas de la superficie del océano Pacífico tropical estuvieron al límite de las condiciones frías-neutras y se presentaron como características débiles de La Niña. Incluso, hubo indicadores atmosféricos que las asemejaron o superaron. En enero de 2017, las temperaturas del Pacífico tropical y algunos campos atmosféricos habían vuelto claramente a unos niveles neutros.
Tales condiciones neutras se prolongarán hasta la mitad de este año, tal como indicó la mayoría de modelos climáticos consultados; otros contemplaron el episodio menor de El Niño tras este periodo. "Las posibilidades de que se den unas condiciones neutras del ENOS en la segunda mitad de 2017 son de aproximadamente el 50%, siendo la posibilidad de que se dé un episodio de El Niño algo menor, de alrededor del 35-40%", agregó la OMM.
Sin embargo, esto dependerá en parte de las temperaturas cálidas remanentes de El Niño de 2015 y 2016 en los extremos del Pacífico ecuatorial y de la Oscilación Decenal del Pacífico que, por ahora, se encuentra en una fase positiva.
Lo cierto es que los modelos descartaron un periodo de La Niña para este año, mientras que el aumento de las TSM apunta a que los acumulados de lluvia durante la temporada de Primera sean por debajo de lo normal y genere rendimientos agrícolas inferiores en el corredor seco de Guatemala.
Registros pluviales de Fewsnet indicaron que desde finales de febrero pasado se ha reducido la lluvia en América Central o que estas no se produjeron en algunas áreas lo cual repercutirá en la sequedad del suelo y en un ambiente propicio para incendios forestales focalizados.
Por su parte, el Foro del Clima estimó que la llegada de empujes fríos en la región originarían lluvias y vientos con impacto significativo dentro de los valores normales (entre 10 y 12) y que al menos dos de estos afectarían el sur del Istmo.
Abril, 2017.